sábado, 27 de octubre de 2007

Invierno

Sí, ya sé que no estamos realmente en invierno, que queda todavía algún tiempo para que disfrutemos del mundo en ocre, de hojas que crujen cuando las pisamos, es el tiempo que crepita. Pero en cuanto sacamos la cazadora de cuero del armario, las castañeras ocupan su lugar en el centro de la ciudad y la luz pierde intensidad, fuerza y, poniéndose de acuerdo con el tiempo, se vuelve fría, siento que se aproxima el general invierno. Las calefacciones se empiezan a encender y la ciudad cambia, se adapta al nuevo clima. Y es entonces cuando las urbes pierden su carnalidad, una cierta lujuria adquirida a lo largo de la primavera y del verano.

Pero no todo es negativo. Junto con el frío (o a pesar de él), la nueva época trae consigo una mayor elegancia o, como mínimo, una menor "horteridad". La gente tiende a la sobriedad, los colores se apagan. Y luego está el toque que dan las bufandas, los abrigos, las botas (aunque este año se lleven las botas de los mosqueteros y D'Artagnan últimamente se limite a ir de tasca en taberna y de burdel en lupanar, corren malos tiempos para el romanticismo), los sombreros, las gabardinas y las boinas. Las chaquetones y los pañuelos. Y, por supuesto, las cazadoras y los gorros de lana, subidas las solapas, el cuerpo encogido sobre sí mismo, las manos en los bolsillos. Estibadores de ciudad. "Marlons Brando" sin silencio ni leyes.

jueves, 18 de octubre de 2007

Deborah Kerr 1921 - 2007


Elegante, distinguida, bella y, encima grandísima actriz. Tú y yo; The innocents; De aquí a la eternidad; La noche de la iguana...; Y eso por citar mis favoritas. Por lo menos habrá vuelto al lugar de donde vino: donde viven los ángeles.

martes, 16 de octubre de 2007

Recapitulando


Silencio, he oído una voz... Abro los ojos, me levanto. Supero las nauseas iniciales, me mantengo en pie, trato de centrarme, trato de concentrarme. ¿Por qué los pasos resuenan en el vacío?, ¿por qué el eco?. Me desemboto, me arrastro, me contoneo y repto. Hasta que al fin lo comprendo, soy un superviviente, lo último que queda sobre este universo, "la última neurona viva".

Y es que, en efecto, la semana de fiestas del Pilar ha terminado por pasar la factura a mi maltrecha cabeza y ésta, insolvente desde hace un tiempo, ha visto como le embargaban casi todas las neuronas. Por suerte ha permanecido una de ellas poblándola todavía. Y en el fondo no está tan mal, no tiene problemas de espacio (bueno, nunca ha tenido muchos) y ya no discute con ninguna otra, y es que a veces se pasaban las pocas que quedaban sin hablarse entre ellas... Y, ¡qué demonios!, me lo he pasado en grande: un par de conciertos, "alguna" subida a al Oktoberfest y bastante marcha. No me puedo quejar. Si se queja alguien que sea la última neurona.

Por lo demás y enlazando con el post anterior, sí, volví a mis 14-15 años de edad. Pero lo hice a lo grande. Llenando un estado completo, con un aforo superior al de los partidos de fútbol. 40000 almas. Me dejé la voz (de hecho estoy por poner un clasificado de "se busca media garganta"). Lo canté (casi) todo. Aunque, eso sí, me faltó "Flor de loto"..., pero disfruté como un loco. La nostalgia me invadió y se encargó de que disfrutara de cada momento sobre la lona que cubría el césped de La Romareda. Nos convertimos en púgiles del rock. La apuesta por el rock&roll es una apuesta sobre seguro, aunque la pagaban diez a uno...

Musicalmente, impecables. El resfriado de Bunbury apenas se notó (aunque el viernes tuvo que para 5 minutos). El espectáculo estuvo a la altura. Cuatro pantallas gigantes, proyecciones, confetis, humo y fuegos. Y el repertorio, pues lo dicho, a la altura de las expectativas.
Sin embargo, se notó cierta frialdad. Frialdad entre los miembros de la banda, frialdad entre Bunbury y el público. Frialdad desde una parte destacable del público. Frialdad en la despedida. Y frialdad en mis pies, porque ese día llovió y la lona formó pequeños charcos que no ayudaron en nada y casi nos deja "En los brazos de la fiebre". Fue un concierto muy profesional, de hecho, fue demasiado profesional. Se echaron de menos improvisaciones en los fraseos, más cercanía, mayor espontaneidad, un Bunbury más cercano al Jim Morrison que una vez trató de ser,... Fue un guión demasiado rígido.

A pesar de los pesares, lo disfruté, al igual que he disfrutado de todas las fiestas, aunque mi pobre neurona se haya quedado solica (esperemos que con la especulación inmobiliaria no la intenten desahuciar) y haya perdido media voz por el camino.

Nos leemos.

domingo, 7 de octubre de 2007

Retorno al Pasado


Por esas circunstancias de la vida que hacen que recuerdes momentos absurdos, banales o irreales, soy capaz, a pesar del tiempo transcurrido, de rememorar una de las primeras veces, si no la primera, que escuché a los Héroes del Silencio. Sucedió aquí cerca, en casa de un amigo, hace unos 15-20 años. Y recuerdo que fue a través de un walkman, probablemente de colores chillones y con auriculares con grandes alomohadillas negras y una diadema metálica extensible que siempre acababa por engancharse en el pelo -y como dolía luego al intentar quitártelo...-. Ha llovido desde entonces, y no poco en la última semana, y vinieron diferentes discos, grabados en casetes en los que te currabas las letras para intentar imitar los tipos que empleaban, y giras, hasta llegar a "Avalancha" -Alaplancha, que decían Los Berzas- y su disolución.

Me resulta imposible valorarlos de manera crítica, porque son tantas las connotaciones, y de tantos tipos, que despiertan en mi, que no puedo realizar un juicio objetivo. Simplemente decir que me gustan. Y es que las canciones... Oración, La herida, Maldito duende, Sirena Varada, Héroe de leyenda, La chispa adecuada, Flor de loto, esa preciosa versión de Apuesta por el Rock and Roll de los Más Birras (aunque yo siempre preferí a Cass, la chica más guapa de la ciudad),..., carne de karaokes, de recuerdos, de sentimientos, buenos y malos momentos, adolescencia y juventud, alegrías y amores y también desengaños.

De cualquier manera, y por el motivo que sea, se han vuelto a reunir en un gira. Esto va a permitir que el miércoles que viene entre en una paradoja espacio-temporal. Voy a ver el mundo de nuevo con más inocencia, voy a recuperar parte de la timidez que nunca perdí del todo y, otra vez, volveré a tener 15 ó 16 añicos. Y la Romareda va a arder, o al menos yo haré todo lo que esté en mi mano para conseguirlo.

Haaaastaaaa laaaa próoooximaaaa.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Breves

Hoy voy a emplear esta minientrada para dar las gracias: gracias a El Blog de Josep y gracias a El Ascensor de Cristal por la concesión del título honorífico de Blog Solidario. Concretamente este premio es un reconocimiento en forma de cadena en la que habría que ir incluyendo bitácoras destacables por ayudar, apoyar y compartir. Teniendo en cuenta que son tantos los blogs que me aportan algo, me siento incapaz de realizar una selección. Así que otorgo el blog solidario a toda la "blogosfera". Y de acuerdo con las normas la enlazo (bueno y alguna cosilla más también estará incluida ahí).


Un saludo a todos (intentaré actualizar esta semana, mientras nos queden todavía neuronas, porque después de Pilares, nunca se sabe...).

lunes, 1 de octubre de 2007

A Whiter Shade of Pale - Procol Harum




No sé si es la más bella canción que ha sonado, pero estoy seguro que es una de mis favoritas. Y es curioso, porque mis primeros recuerdos de ese órgano Hammond llorando llegan asociados al cine. Concretamente al episodio de Scorsese Apuntes al Natural de las "Historias de Nueva York" que hizo con Coppola y Woody Allen. Un buen relato, probablemente el mejor de los tres, con un Nick Nolte en estado de gracia...

Pero por encima de la imagen quedaba el recuerdo de ese órgano, de esa voz, de la tristeza que destilaban esas notas, del recuerdo de su blanca palidez...

We skipped the light fandango
turned cartwheels 'cross the floor
I was feeling kinda seasick
but the crowd called out for more
The room was humming harder
as the ceiling flew away
When we called out for another drink
the waiter brought a tray

And so it was that later
as the miller told his tale
that her face, at first just ghostly,
turned a whiter shade of pale

She said, 'There is no reason
and the truth is plain to see.'
But I wandered through my playing cards
and would not let her be
one of sixteen vestal virgins
who were leaving for the coast
and although my eyes were open
they might have just as well've been closed*


(Nos deslizamos por el ligero fandango / rodamos por el suelo / Yo me sentía mareado / pero la multitud nos pedía más / La habitación estaba zumbando cada vez más fuerte / mientras el techo echó a volar / Cuando pedimos otro trago / el camarero trajo otra bandeja//
Y por eso más tarde / al narrar aquel cuento el molinero / su rostro, sólo fantasmal al principio / se volvió de una blanca palidez** //
No hay razón, dijo ella / y la verdad es fácil de ver / Pero me distraje entre mis cartas / y no le dejaría ser / una de las dieciséis vírgenes vestales / que partirían hacia la costa / Y aunque mis ojos estuvieran abiertos / bien podrían haber estado cerrados //
Y por eso más tarde / al narrar aquel cuento el molinero / su rostro, sólo fantasmal al principio / se volvió de una blanca palidez)


Junto a esta versión de estudio estándar, hay dos estrofas más que se incluían habitualmente en los conciertos y que no me voy a resistir a no incluir aquí:

She said, 'I'm home on shore leave,'
though in truth we were at sea
so I took her by the looking glass
and forced her to agree
saying, 'You must be the mermaid
who took Neptune for a ride.'
But she smiled at me so sadly
that my anger straightway died

If music be the food of love
then laughter is its queen
and likewise if behind is in front
then dirt in truth is clean
My mouth by then like cardboard
seemed to slip straight through my head
So we crash-dived straightway quickly
and attacked the ocean bed

(Me dijo: 'Estoy en casa cuando dejo la orilla' / aunque realmente estuviéramos en el mar / así que cogí el espejo / y la obligué a aceptarlo / diciendo: 'Debes ser la sirena / que se llevó a Neptuno de paseo' / Pero ella me sonrió tan tristemente / que mi rabia murió de repente//
Si la música alimenta al amor / la risa es su reina / y si así lo que está detrás va al frente / entonces la suciedad está inmaculada / Mi boca, por entonces de cartón, / parece deslizarse a través de mi cabeza / Así nos hundimos buceando velozmente y alcanzamos el lecho submarino)


Letra sicodélica para tiempos sicodélicos. Esta enigmática composición recibió múltiples interpretaciones. De cualquier manera la atmósfera que consigue crear esta canción me resulta tan triste y enigmática que su significado, en caso de existir, acaba resultando secundario.
La canción sería múltiples veces versionada, destacando Annie Lennox, Van Morrison, Bonnie Tyler, Joe Cocker o Percy Sledge. También conocería el idioma castellano siendo cantada, entre otros, por Charly García o Los Rebeldes, así como un grupo de rock clásico español, Los Salvajes. Aunque la del primero era más fiel a la letra original, me quedo sin duda con la versión cantada por Carlos Segarra y su gente y por la de Los Salvajes:


Los Rebeldes: El último fandango /Al borde del amanecer / Con la Luna bailando. / Odiando el nuevo día // Aunque vendrá la luz / A mi me traerá la oscuridad. / Se que el destino es tan cruel / No le suplicaré piedad. // Cuando el Sol salga / Sólo me dejará / Ese aroma de mujer / Y el recuerdo de una cara / Y su blanca palidez. // Ya se acerca el alba / Se que con el se ira el placer / De una dulce virginidad. / Hasta ahora ha sido mía / Y ya no la puedo retener / Ni a ella ni a la felicidad. / Ya no tengo el poder / se marcha con la luz / perdí mi última oportunidad. // Cuando el Sol salga / Sólo me dejará / Ese aroma de mujer / Y el recuerdo de una cara / Y su blanca palidez.

Los Salvajes: Caminos en el cielo, / misterios en el mar / y las sombras del desvelo / que me vienen a asediar. // Cipreses que se mecen / con el viento nocturnal / y vibrando con el órgano / un preludio sin final // Entre mis sueños / te veo a mi lado otra vez / y tu rostro tan sereno / con su blanca palidez // Estrellas que se apagan / palomas que se van / pensamientos que divagan / y siempre aquel refrán / que suena en mis oídos / con las fuerzas de obsesión / y llorando con el órgano / está mi corazón // Entre mis sueños / te veo a mi lado otra vez / y tu rostro tan sereno / con su blanca palidez


Que disfrutéis con la magia de esta bella canción y ya sabéis, si os animáis a interpretarla... Nos leemos.


* Letra extraída de una página no oficial de Procol Harum: http://www.procolharum.com
** Aunque habría que traducirlo como "una palidez aún más blanca" o "más blanco que lo pálido", es más bonita esta expresión que fue la traducción en los países de habla hispana.