viernes, 18 de abril de 2008

La Jetèe y la memoria.

Acabo, por no ser pesado, de hablar de La Jetèe con la recomendación de que uséis 30 minutos (ni eso) de vuestras vidas viendo esta historia sobre el recuerdo, el pasado, el amor, el futuro y, en el fondo y como si de una tragedia griega se tratase, del fatum romano, del destino. Y terminamos con una bella cita de este bello mediometraje. Al menos de momento...

"Nada diferencia los recuerdos de los momentos habituales.
Sólo más tarde se dan a conocer
cuando se muestran sus cicatrices.
Esa cara que había visto fue la única imagen
en tiempo de paz que sobrevivió a la guerra.
Se preguntaba si la había visto realmente...
o se había inventado ese tierno momento
para protegerse de la locura que se avecinaba"

Cuidénse y coméntenme. Un saludo.


Imagen obtenida de dvdbeaver. Texto traducido por Cirlot.

6 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Cuando recientemente me encontré tumbada en una cama de hospital con los ojos cubiertos por gasa y esparadrapo (o así, porque no me vi jeje) recuerdo haber recordado, y hasta OIDO, la escena del corazón -es curioso que diga "escena" pero es que en mi recuerdo de esta película hay movimiento e incluso bocas hablando- resulta perturbadora por muchos motivos, y sí, recuerdo haberme obsesionado en su día, y su recuerdo me sigue desasosegando, por el alambre sin fin que desenrolla en mi cabeza, justamente porque soy de naturaleza "voyeur", y de la variedad que acepta bofetadas del objeto de contemplación :p porque me gusta y para eso miro y luego almaceno y destripo... siempre siempre...
oh no, desde luego que no hay que fiarse de los recuerdos, ni salir a perseguirlos, pero a menudo pienso que, reales, inventados, edulcorados o recrudecidos, son todo mi patrimonio, y me deleito en su recreación como otros en la contemplación de su colección de sables (¿alguien colecciona sables?)
un saludico...

anita

Hatt dijo...

Supongo que el hecho de que recuerdes el movimiento (inexistente) es otra ironía de la memoria. Y sí, por supuesto son tu patrimonio, aunque hayas modificado la realidad según las circunstancias de un momento concreto y del momento actual, que también actúa sobre el recuerdo...

Cosas de la memoria, del tiempo, de la mirada y de nosotros mismos.

Un saludo.

Manuel Márquez dijo...

Mira por dónde, qué casualidad, compa Hatt, la emitieron hace unos días en un canal temático de cine, y ya la tengo en la "buchaca". Te prometo que, en cuanto le eche ojo, te cuento algo (que, al fin y al cabo, fuiste tú quien me puso sobre la pista...).

Un fuerte abrazo.

Hatt dijo...

Pues nada Manuel, cuando le eches un vistazo comentas, que tengo ganas de saber lo que te ha parecido.

Un saludo.

Manuel Márquez dijo...

Dicen que lo prometido es deuda, y, aunque un pelín tarde, a ello vamos. He de confesarte, compa Hatt, que el "experimento" me pareció totalmente subyugante. Será lo poco habitual del formato, será el blanco y negro, será su aire tan etéreo y tan triste; en fin, altamente recomendable. Y una pena que experiencias de este tipo no tengan más difusión, ni más continuidad (aunque está claro que no es algo apto para todo gusto...).

Un fuerte abrazo.