miércoles, 2 de septiembre de 2009

Reencuentro(s)

No sé el motivo, pero desde que tengo recuerdo -y afición- por el cine, siempre me han atraído las películas que hablaban de los reencuentros, de cómo tras una serie de meses, años, un grupo de amigos se vuelve a cruzar en la vida y observan -y de alguna manera analizan- como han cambiado, o no, hacia donde se dirigen en el mundo y hacia donde pretendían dirigirse, y, como dice una famosa canción de Los Suaves, dónde están los sueños y quién (se) los ha robado.

Y, aunque realmente es casi un subgénero en sí mismo y puede llegar a incluir a los dramas post-bélicos, son dos las películas que, quizás sin ser las mejores, más me han atraído. Eso sí, sin contar con esa preciosa "Antes del Atardecer" de la que algún día quizas escriba. Esas dos películas son "Beautiful Girls" y "Reencuentro", que es precisamente en la que me voy a centrar.

"Reencuentro" es una película en la que ante todo destaca su reparto. En él aparecía un Tom Berenger antes de caer en el abismo de la serie B, la acción y las Tv-movies de baja calidad, con un papel, en parte autoparódico, pero que mostraba su potencialidad (quizás fue "Jugando en los campos del Señor" su última película destacable). Aparecía también Glenn Close, previamente a su gran despegue; un Jeff Goldblum en ascenso; un genial William Hurt post-"Fuego en el Cuerpo"; un Kevin Kline moderado y poco histriónico; una encantadora Mary Kay Place; una ingenua Meg Tilly; y una guapa JoBeth Williams. En resumen un reparto sólido, serio y con bastante potencial. Y detrás de las cámaras y como coguionista, Lawerence Kasdam, quizás uno de los guionistas más sólidos de los 80's, capaz de dar pequeñas maravillas como los guiones de "El Imperio Contraataca" (la mejor de las 6, sin duda), "En Busca del Arca Perdida", "Fuego en el Cuerpo" o "El Turista Accidental"...




Pues con estos mimbres y a partir de la excusa argumental del suicidio de uno de los compañeros de la Universidad, que permite mediante una modélica apertura caracterizar perfectamente a cada uno de los protagonistas sin necesidad de que abran la boca y sin subrayados innecesarios, se abre una película que destila nostalgia, humor, tristeza, camaradería,..., entre un grupo de amigos que corría el riesgo de convertirse en un grupo de desconocidos y en el que resurgirán los fantasmas del pasado. Pero este enfrentamiento con el propio pasado, no va a estar exento de contradicciones, porque el pasado no siempre es fácil de superar.

En definitiva, un buen guión, un gran reparto y toneladas de nostalgia para una bella película, que sin ser tan redonda como su anterior "Fuego en el Cuerpo", merece un vistazo. Quizás también nos permita reflexionar sobre nosotros mismos -aunque con benevolencia, por supuesto- y tratar de intuir en qué nos hemos convertido y ver como de lejos, o cerca, estamos de lo que pretendimos ser algún día...

Un saludo.

2 comentarios:

Roberto Amaba dijo...

Hola, qué tal Hatt,

A mí me gusta otra peli de reencuentros "Return of the Secaucus Seven", del magnífico John Sayles. De hecho se dice que "The Big Chill" "se inspira" en la de Sayles. No la he visto y poco, o nada, puedo opinar.

Un saludo.

Hatt dijo...

Hola Roberto, cuantos tiempos...

En cuanto a lo que comentas, la de Sayles, que por otra parte me parece muy irregular (al menos en interés), la buscaré para echarle un vistazo. Y es que no sé, a lo mejor siempre he tenido alma de viejo (aunque sea como un niño), pero esos reencuentros en la vida siempre me han interesado.

Cuídate y nos leemos.