domingo, 29 de abril de 2007

La mujer de al lado


El peso del pasado.


Existen películas que son buenas y te gustan. Sin embargo también existen otras que pueden ser buenas o no, te pueden gustar o no (ya que una cosa no tiene porque implicar la otra), pero que te aportan algo. Un pensamiento, una idea, una reflexión,..., algo que puede suceder si nos detenemos en "La mujer de al lado".

Al igual que ocurre en otros films, del que "Retorno al Pasado" -uno de mis imprescindibles- es un claro ejemplo, las circunstancias, quizás el fatum de los antiguos romanos, hacen que el pasado reaparezca en la vida de los protagonistas, los fantasmas del pasado se materializan ante ellos resquebrajando el nuevo orden que habían conseguido establecer en sus vidas. Lo cual nos lleva a hacernos la pregunta de ¿hasta qué punto nos marca el pasado?, ¿qué pasaría si el pasado, de cualquier tipo, se presentara junto a nosotros y tratará de arrastrarnos hacia él?.

En esta película, Truffaut viene a plantearnos estas cuestiones a partir de un sencillo punto de partida: en un pueblecito en las proximidades de Grenoble vive un matrimonio con un pequeño hijo. Junto a ellos existe una casa desocupada en alquiler que recibe unos nuevos inquilinos, entre los que se encuentra ese pasado materializado en la persona de una bella Fanny Ardant, que traerá consigo la ruptura del orden establecido en el que hasta esos momentos vivía, aparentemente de una manera plácida, el personaje interpretado por Gérard Depardieu. Una historia narrada y pautada por una mujer, de mayor edad -y tal vez por ello más consciente de sus actos y serena, o más cobarde y menos pasional...-, cuyos rasgos más distintivos son una pierna ortopédica y un pasado trágico, que servirá de contrapunto y apuntará otra posibilidad en cuanto a la resolución de los hechos...

En definitiva, pasiones humanas, romanticismo, celos, adulterio, antiguos amores y, sobre todo, fatalismo, un fatalismo que impregna las imágenes y que acaba por devorar a algunos de los personajes de la trama.



Y a la vez, Truffaut parece mirarnos y sugerir... y si el pasado llamara a tu puerta, ¿le dejarías pasar?...

miércoles, 25 de abril de 2007

Viaje al Fin de la Noche

De paseo por el corazón de las tinieblas.

Como sucedía en la famosa obra de Conrad, es posible escuchar en Céline como Kurtz nos susurra al oído "El Horror, el Horror...". Sólo que este horror no se encuentra únicamente en el Congo, sino que también es posible encontrarlo en Camerún, Estados Unidos o Europa, un horror que se manifiesta de varias formas pero que arrastra consigo un nihilismo escéptico, a veces cínico, siempre demoledor. Con un estilo frenético, desgarrado, a veces atolondrado y desbocado, pero sobre todo con una gran fuerza, Céline va narrando las peripecias que van llevando a la deriva a Ferdinand Bardamu, que no es sino un alter-ego del propio autor mediante el cual nos ofrece retazos de su propia vida. Todo ello sin tapujos, con un lenguaje directo, seco, a veces obsceno.

Pero este Viaje, muchas veces alucinado, no está exento de belleza, sino que a veces se yuxtapone ésta al nihilismo y a un pesimismo constante. Así, señala sobre la juventud que "acaba en la playa gloriosa, al borde del agua, allí donde las mujeres parecen libres por fin, donde están tan bellas, que ni siquiera necesitan ya la mentira de nuestros sueños", aunque en otro apunta que "perdemos la juventud a fuerza de torpezas"...

Presenta al ser humano de una manera cruel, aferrado a lo material, a sus vicios y a sus perversiones tanto en la guerra como en la paz y es capaz de apuntar, hablando del amor, que éste es "como el alcohol, cuanto más impotente y borracho estás, más fuerte y listo te crees y seguro de tus derechos".

Aunque como hemos señalado es su visión negativa la que preside esta deambular por la vida - "Tal vez sea eso lo que busquemos a lo largo de la vida, nada más que eso, la mayor pena posible para llegar a ser uno mismo antes de morir" - también es posible hacer poesía de la basura, encontrar flores en el estercolero: "Al salir de las tinieblas delirantes de mi hotel, probaba aún a hacer algunas excursiones por las calles principales de los alrededores, carnaval insípido de casas vertiginosas. Mi hastío se agravaba ante aquellas extensiones de fachadas, aquella monotonía llena de adoquines, ladrillos y bovedillas y comercio y más comercio, chancro del mundo, que pronumpía en anuncios prometedores y pustulentos. Cien mil mentiras meningíticas".


Un libro, en definitiva duro, nihilista, directo y seco.

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Todas las citas están tomadas de la traducción realizada por Carlos Manzano y publicada por la editorial Edhasa.

miércoles, 18 de abril de 2007

Ascensor para el cadalso.

Retazos de Gran Cine.

Amenaza la lluvia, anochece, unos ojos tristes, una mirada triste, unos rasgos duros. Una trompeta también triste, quizás nostálgica, derrama lágrimas en forma de unas preciosas notas musicales que puntean esa búsqueda nocturna. Melodías maravillosas, sólos llenos de fuerza, golpes sincopados de música, que no son sino el latido de un corazón. Un ascensor sin luz, unas cerillas, una pequeña navaja. Una florista y su noviete. Un descapotable y un Mercedes deportivo. Un alemán, cava, una cámara de fotos. Una carrera, un gatillo fácil, un falso suicidio. Un error, un amor cuyos obstáculos hay que superar a cualquier precio. Los Campos Elíseos de noche en blanco y negro, la terraza de un café, un night-club, varios borrachos. Confianza, fe, desesperación, tristeza, esperanza, castigo. ¿Hasta que punto la suerte marca nuestro destino?. ¿Qué puede significar una imagen?. Esperar, confiar, desear, ansiar, amar, matar. Llorar.

Y la trompeta de Miles Davis. Una música que se adapta a la imagen, que la llena, que la complementa y la enturbia. Un leit-motiv capaz de crear una atmósfera, de hacer sentir la película, de acompañar el deambular de una perturbadora Jeanne Moreau.


lunes, 16 de abril de 2007

Proyecto Sesiones Dobles: "Deseando amar" y "2046".

De acuerdo con lo propuesto días atrás y al ser hoy día 16, vamos a pasar a realizar nuestro comentario sobre estados dos películas de Wong Kar Wai. Para ello, hemos optado por realizar un único comentario que reuna ambas películas, ya que existe una relación evidente entre las dos que se evidencia en los protagonistas, y aún en sus propios nombres. Conviene avisar de que vamos a soltar bastantes SPOILERS, con lo que si alguien que no las ha visto tiene intención, mejor se abstenga de momento...



Susurrando secretos a los árboles.

Si hay algo que caracteriza ante todo a estas dos películas de Wong Kar Wai, es la combinación entre imagen y música: las películas son obras que sensualmente son bellas, en el sentido de que la apreciación de éstas por parte de los sentidos hace que resulte agradable. Y parte de la culpa la tienen tanto la fotografía de Christopher Doyle, en compañía de diferentes personas, como la música, donde se incluyen temas conocidos y composiciones nuevas de diferentes músicos.
Tras esas imágenes cuidadas, esos bellos planos, esa música que transporta a estados emocionales en las orillas de la nostalgia y de la tristeza, aparece en ambas películas la historia de un periodista y varias mujeres, que probablemente sean la misma persona que también nos cruzábamos en "Days of Being Wild" (1991).

Las historias se entrecruzan (incluso entre las tres películas: el personaje de Mimi/Lulu interpretado por Carina Lau o el de Su Li Zhen de Maggie Cheung), ofreciendo una mirada caledoiscópica sobre los personajes, completando ¿aleatoriamente? la información que tenemos sobre ellos, aportando matices, dando otras perspectivas...



"Deseando Amar" trata de un amor imposible entre dos vecinos, ambos casados con unas personas que por motivos de trabajo viajan mucho, que descubren por caprichos del destino (y un poco como sucede en la película de Pollack del mismo nombre) que les están engañando con su respectiva pareja. A partir de ahí se inicia un juego de pseudo-emulación de la relación, pero con una continúa atracción-rechazo hacia esa misma relación.

Para plasmarlo en la pantalla, Kar Wai recurre a detalles en roces aparentemente casuales, miradas que se entrecruzan o que se esquivan - si no son ellos los que se cruzan bajo la lluvia en un restaurante de comida para llevar al que bajan siempre - o una habitación de hotel, de número que sospechosamente recuerda al de la siguiente película. Todo ello punteado por una preciosa banda sonora y las canciones de Nat King Cole, que como un leit motiv para la película sugieren sobre la relación un "quizás, quizás, quizás" hacia un futuro aún por ser. El glamour que destila la variedad de vestidos que luce de una manera espectacular Maggie Cheung también merece comentario, ya que tiene también algo de irreal, algo de idealización, como si fueran los recuerdos voluntariamente subjetivos de un narrador elíptico. Una maravillosa película que a partir de los detalles, de la banda sonora, de la cámara lenta, entra en una compleja relación que se desarrolla de una manera paralela a la que en off viven entre sí sus propias parejas.




"2046" es más un diario, el del periodista a través del cual fluye la historia con saltos en el tiempo (¿y en la imaginación?), con una vuelta al pasado de "Days of Being Wild" y al de "Deseando Amar", aunque en ocasiones con informaciones complementarias. Pero también con saltos a un futuro inventado o real, a un tren que teóricamente lleva hacia adelante, pero que hace que se reabran viejas heridas, que vuelvan a fluir antiguos amores, pero en los que la historia se repite con esos androides defectuosos (quizás sean Replicantes tipo Nexus-7) por el paso del tiempo y que tardan en reaccionar, pero que al igual que el personaje protagonista de "Deseando Amar" susurran secretos para luego taparlos con cera. En ese sentido el tren que lleva a 2046 es un tren que avanza, pero de alguna manera, lo hace hacia atrás. En 2046, los tres tiempos diferentes convergen.

Junto a ese ¿futuro?, aparece como decíamos un pasado y un presente (si se puede hablar de tal en una película que incluye, entre otros, el período comprendido entre 1966 y 1969) en el que el amor no siempre es correspondido y en el que los personajes se hieren entre sí, a veces parece que voluntariamente, causando quizás también dolor sobre sí mismos. Es entonces cuando aparecen datos sobre la vida del protagonista que se pueden relacionar, aunque no de una manera tan directa o evidente como se pudiera pensar, con las otras películas mencionadas.

En esta otra película, de nuevo tienen importancia los gestos, las miradas, lo que se dice y, sobre todo, aquello que no se dice. Y de nuevo aparece música para caracterizar situaciones, música que también se repite como leit motiv, como ese "casta diva", una canción navideña de Nat King Cole o variaciones del tema principal de "Deseando Amar", conectando de nuevo con el pasado. Aunque en este caso, 2046 no acaba por resultar tan redonda como la que hemos comentado antes, presentando más aristas e imperfecciones en los que quizás tuviera que ver un cierto recorte en la sala de montaje.



En definitiva, parece que estas dos grandes películas - a mi me fascinan (¿se nota mucho?) -, a la que habría que sumar una tercera también señalada antes, van dando forma a un universo, al mundo "WKW", un espacio mental recurrente similar al que se han creado diferentes escritores o cineastas que hemos podido visitar de momento en tres ocasiones.

Sigue el proyecto en Books&Films, ¿Y si esta vez te quedaras?, Cineahora, Cinematic World, El día del cazador, El séptimo arte, El diario de Mr. Macguffin, Marco Velez, Himnem, Fabrica de ilusiones, Padded Room: Chronics floor, El lamento de Portnoy, La mujer justa, Bogotá 35MM, Ojo de buey, Viaje a Itaca, Sesión Doble, Ekilore, Rulemanes para Telémaco, Arteyliteratura, La linterna mágica, Rod@ndo, El trono de Hatti, Palabras ocultas, Mitte, The Observer

Y recordad dejar vuestros comentarios...

lunes, 9 de abril de 2007

Dvd de calidad

Resulta curiosos que hoy mismo que Lord Derfel en su blog comentaba el tema del canon surgiendo el tema de las (infra)ediciones que disfrutábamos (sufríamos) en esta nuestra Península Ibérica, hayamos sabido por el responsable de El Maquinista de Treblinka que en una de las principales páginas de análisis de Dvd´s ha salido la lista de las mejores ediciones del pasado año. Obviamente con ese título no me estoy refiriendo a ninguna española, aunque algunas de éstas (principalmente las provenientes de Sherlock o Cameo) presenten dvd´s dignos, que ya es algo. Como era de suponer, una gran parte de éste top-ten pertenecen a Criterion, hoy por hoy quien mejores ediciones, incluyendo magníficas remasterizaciones, presenta.


Ninguna de estas 10 está editada en España, aunque no es descartable que a lo largo del próximo año aparezca alguna de ellas, quizás alguna de las de la Paramount (El Conformista de Bertolucci) o la de Sony (El Reportero de Antonioni). El resto, en el que se incluyen obras sueltas y packs de otros maestros como Rohmer, Welles, Ophul, Tarr,..., es presumible que no lleguen a distribuirse aquí, a no ser que por carambola o caprichos del destino una distribuidora española compre el transfer de alguna de éstas. Sí que está, sin embargo, editada la undécima, que es la "Colección Western" de Sam Peckinpah.

Para los que os interese todas las votaciones y resultados: DVD of the year 2006.

Nos vemos.

domingo, 8 de abril de 2007

Proyecto Sesiones Dobles: Wong Kar-Wai



Aunque tarde respecto a otros sitios, nos incorporamos al proyecto surgido de los Blogs The Observer y Natalia Book. Éste proyecto pretende, según se indica en las instrucciones del mismo, promover el buen cine: Se trata de sugerir dos películas de un director al que se le presuponga una cierta calidad y, tras un tiempo prudencial para verlas, comentarlas e invitar a los lectores a que participen y colaboren a través de los aportaciones propias que se les ocurran.

El primer director propuesto para la ocasión es Wong Kar-Wai, quien cuenta con cierto prestigio crítico y que a mi, personalmente, me gusta bastante. Las películas seleccionadas son sus dos últimas realizaciones, exceptuando el fragmento para el film de episodios Eros, "Deseando Amar" (2000) y "2046" (2004). En ambas los silencios, las miradas, los sentimientos y la música, lo que se dice y lo que no se dice tienen una gran importancia. Las dos están, además, muy relacionadas entre sí, por lo que recomendaría ver primero "Deseando Amar" y posteriormente "2046".




Título: 'Deseando amar'

Título original: 'Fa yeung nin wa' / 'In the mood for love'

Año: 2000

Director: Wong Kar-Wai

Guión: Wong Kar-Wai

Reparto: Tony Leung Chiu-Wai, Maggie Cheung, Ping Lam Siu












Título:
'2046'

Título original: '2046'

Año: 2004

Director: Wong Kar-Wai

Guión: Wong Kar-Wai

Reparto: Tony Leung Chiu-Wai, Ziyi Zhang, Chang Chen, Faye Wong, Maggie Cheung











Fechas de visionado: 9 de abril - 20 de abril (las fechas propuestas en otros sitios abarcan hasta el 15, pero en este caso puede resultar escaso).

Fechas de comentarios: 16 de abril - 25 de abril (por lo antes señalado, creemos oportuno ampliar las fechas).

Los Blogs que se han apuntado de momento son éstos:
Books&Films, ¿Y si esta vez te quedaras?, Cineahora, Cinematic World, El día del cazador, El séptimo arte, El diario de Mr. Macguffin, Marco Velez, Himnem, Fabrica de ilusiones, Padded Room: Chronics floor, El lamento de Portnoy, La mujer justa, Bogotá 35MM, Ojo de buey, Viaje a Itaca, Sesión Doble, Ekilore, Rulemanes para Telémaco, The Observer

Para saber más sobre el proyecto

P.D. Confío en que alguno de los escasos lectores de este blog se anime a participar ;P y que disfrutéis de ambas películas. Y si no os gustan, pues razonad el/los motivo/s que seguro que dará juego...

Nos vemos.

lunes, 2 de abril de 2007

I Put a Spell on You

Este post también podríamos haberlo llamado "You put a spell on me".
La canción, compuesta por Screamin´ Jay Hawkins a finales de la década de los cuarenta es una de las canciones que por el motivo que sea más me fascina y gusta. Quizás, al igual que sucede con otras cosas, es que, tal y como dice el título de la canción, me hechiza (transcribo la letra correspondiente a la versión de 1972 que aparece en una de las webs no-oficiales de Mr. Jay Hawkins y una traducción propia hecha sobre la marcha):


I put a spell on you
Cause you're mine
Stop the things you do
HAHAAHA!! Watch out! I ain't lyin'
AAARRGGH!!! I can't stand - SNORT
No runnin' around
I can't stand
I can't stand no put me down
I put a spell on you
Because you're mine
Oh yeah!
Oh oh oh
Stop the things you do!
HAHAAHA!! Watch out! I ain't lyin'
AAH AH - I love you
I love you
I love you anyhow
I don't care if you don't want me
I'm yours right now
I put a spell on you
Because you're mine

(Yo te hechicé / Porque eres mía / Deja lo que hagas / Vigila!, no te miento / No puedo más /Sin traicionarme / No puedo más / No puedo más, no me humilles / Yo te hechicé / Oh sí! / Oh oh oh / Deja lo que hagas / Vigila!, no te miento / Te quiero / Te quiero / Te quiero de cualquier manera / No importa si tú no me quieres / Está claro que soy tuyo / Yo te hechicé / Porque tú eres mía).

La canción va acompañada de diferentes aullidos y otros sonidos, que se pueden interpretar como hechizos precisamente... Aparentemente se trata de una balada que está dedicada a un antiguo amor (no superado), sin embargo la salvaje interpretación de Screamin´ Jay Hawkins hace que acabe por derivar en lo que quizás corresponda a una invocación demoníaca, a un acto de brujería o santería, a la regla de Ocha, al Candomblé, a la Umbanda o al Batuque...

Nacido en Ohio en 1928 y muerto en el año 2000, dejando tras de sí al menos 55 hijos entre confirmados y dudosos (hay fuentes que apuntan que podrían llegar hasta los 75), esta composición fue sin duda la que marcaría su carrera y lo convertiría en un auténtico mito del rock´n´blues, que le llevaría a aparecer ocasionalmente en el cine, en Mistery Train de Jarmusch y en Perdita Durango de Alex de la Iglesia. Se le considera el primero que mezcló interpretación artística con la musical propiamente dicha, lo que en ámbito anglosajón se denomina shock rock, incluyendo en sus interpretaciones bombas de humo o cantándole directamente a cráneos.

Múltiples veces versionada, se conocen re-interpretaciones de artistas tan diversos como la Credence, Marilyn Manson, Them, Nick Cave, Etha James, Bette Midler, Sarah Vaughan, Bryan Ferry o The Animals, aunque quizás la más famosa de todas las versiones sea la de Nina Simone. Una gran canción.