miércoles, 2 de julio de 2008

También los grandes se jubilan: Gene Hackman



No tenía pensado escribir otra entrada tan seguida de la anterior, pero las circunstancias son imprevisibles, por suerte y por desgracia. En este caso ha sido la noticia del retiro anunciado por Gene Hackman, que casi ha coincidido con la de Paul Newman, la que nos ha llevado a ello.

La verdad que el cine pierde a un gran actor. Versátil, físico, con carácter, inteligente y difícil de encasillar. Y es que si echamos un vistazo rápido a su filmografía podemos encontrar papeles como el duro policía Popeye de "French connection", el 'guía subacuático' del Poseidón, el ermitaño ciego de "El jovencito Frankestein". Lo encontramos como malo entrañable haciendo de un Lex Luthor casi paródico en Superman o mucho más cruel en "Sin Perdón". Pero no terminamos aquí, porque también protagonizó "La conversación" de Coppola, "Arde Mississippi", "Un puente lejano", "Bonnie and Clyde", la otoñal y crepuscular "Al caer el sol" (en la que comparte reparto con Newman, Sarandon, James Garner y Stockard Channing), película por la que siento una gran simpatía, "Testigo Accidental", la interesante "Bajo el fuego" o "Rojos".
Sin embargo, de toda su filmografía tengo especial debilidad por una película cuyo título ya resulta atractivo: "La noche se mueve". Un film con maneras de cine negro, con una jovencísima Melanie Griffith y personas que más que vivir, son arrastrados por la vida sin mucha capacidad de reacción. Seres heridos que ocultan cosas y se saben vulnerables, aunque intentan disimularlo con dosis de cinismo, dureza y escepticismo. Vamos a acabar por ello con un estupendo diálogo de esta gran película, que casualmente esta mañana reproducía en la bitácora de 39escalones:

Una habitación iluminada, apenas, por el resplandor de una televisión en la que Gene Hackman, un detective privado de la vieja escuela, observa con aburrimiento un partido de fútbol americano. Su mujer que pasa por delante. No hay química, la relación parece que sigue por inercia, por comodidad, probablemente le engaña y él es consciente de ello. Ella le hace una pregunta:
- ¿Quién gana?.
A lo que el responde: - Nadie. Unos pierden más rápido que otros.


Un saludo a todos. Este fin de semana, quizás nos tomemos una cerveza o un güisqui a la salud de uno de los mejores actores de su generación.

martes, 1 de julio de 2008

Antoine Doinel

Últimamente ando bastante ocupado con otras cosas, pero como me entristece ver a Cyd Charisse congelada en una seducción casi perpetua, me he decidido a hacer un pequeño homenaje a un personaje creado por Truffaut, pero que sin Jean-Pierre Léaud nunca hubiera sido lo mismo. Esta unión acabó dando lugar a 4 películas y un cortometraje, entre las que se encuentra alguna gran película y, sin coincidir, alguna de mis películas favoritas de uno de los creadores de esa nueva ola con proporciones de tsunami cinematográfico, aunque algunos en la actualidad suscribirían el verso de Sabina en el que éste apunta "no hagan olas" . De cualquier manera el ciclo Antoine Doinel tiene momentos memorables de puro cine. Por otra parte me resulta fascinante la posibilidad de ver la evolución real de un personaje a través del tiempo, recordándome en cierto modo al precioso díptico "Antes del Amanecer" / "Antes del Atardecer", aunque el final, "El amor en fuga", no terminara, quizás, de ser lo buena que hubiera deseado...

Para ello, vamos a parafrasear a Aute, quien dedicó un bonito homenaje no sólo a Doinel, sino a todo el cine:

"Recuerdo bien
aquellos «cuatrocientos golpes» de Truffaut
y el travelling con el pequeño desertor,
Antoine Doinel,
playa a través,
buscando un mar que parecía más un paredón.
Y el happy-end
que la censura travestida en voz en off
sobrepusiera al pesimismo del autor,
nos hizo ver
que un mundo cruel
se salva con una homilía fuera del guión.

Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son.

Al fin llegó
el día tan temido más allá del mar,
previsto por los grises de Henri Decae;
cuánta razón
tuvo el censor,
Antoine Doinel murió en su «domicilio conyugal».
Pido perdón
por confundir el cine con la realidad,
no es fácil olvidar Cahiers du cinéma,
le Mac Mahon,
eso pasó,
son olas viejas con resacas de la nouvelle vague.

Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son."


Para acabar disfrutad de un travelling mítico de libertad, sueños y cine y de esa elocuente guitarra final que lo puntúa...