sábado, 27 de octubre de 2007

Invierno

Sí, ya sé que no estamos realmente en invierno, que queda todavía algún tiempo para que disfrutemos del mundo en ocre, de hojas que crujen cuando las pisamos, es el tiempo que crepita. Pero en cuanto sacamos la cazadora de cuero del armario, las castañeras ocupan su lugar en el centro de la ciudad y la luz pierde intensidad, fuerza y, poniéndose de acuerdo con el tiempo, se vuelve fría, siento que se aproxima el general invierno. Las calefacciones se empiezan a encender y la ciudad cambia, se adapta al nuevo clima. Y es entonces cuando las urbes pierden su carnalidad, una cierta lujuria adquirida a lo largo de la primavera y del verano.

Pero no todo es negativo. Junto con el frío (o a pesar de él), la nueva época trae consigo una mayor elegancia o, como mínimo, una menor "horteridad". La gente tiende a la sobriedad, los colores se apagan. Y luego está el toque que dan las bufandas, los abrigos, las botas (aunque este año se lleven las botas de los mosqueteros y D'Artagnan últimamente se limite a ir de tasca en taberna y de burdel en lupanar, corren malos tiempos para el romanticismo), los sombreros, las gabardinas y las boinas. Las chaquetones y los pañuelos. Y, por supuesto, las cazadoras y los gorros de lana, subidas las solapas, el cuerpo encogido sobre sí mismo, las manos en los bolsillos. Estibadores de ciudad. "Marlons Brando" sin silencio ni leyes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sin embargo, a pesar de la sobriedad invernal el chandal chillon no desaparecerá y seguro que las botas adquerirán su grado de horteridad tambien. y es que lo de reinventar estilo se da muy bien, sea invierno o primavera...d'Artagnan seguramente ni lo notaría pero pobre Aramis :))

Shirayuki Hanami dijo...

jo... en otra ciudad tal vez, pero con el viento el invierno realmente es una tortura...

Aunque lo de las castañeras y las bufandas, así como las lucecitas de Navidad que en seguida empezarán a poner, tienen su puntito nostálgico...

BUDOKAN dijo...

Qué linda reflexión sobre el invierno con sus pro y sus contra. Debo decir que cada vez me gusta un poco más esta estación. Saludos!

Manuel Márquez dijo...

Pues por aquí, por estos pagos, compa Hatt, lo del invierno parece que aún está por llegar: rondamos aún los 30 grados allá por el mediodía... Pero todo llega, por supuesto, claro que sí...

Un abrazo.