Tarde o temprano tenía que caer esta película y que mejor manera que aprovechando la edición re-definitiva (al menos hasta la próxima) que incluía en un maletín hasta un cochecito de regalo. Y sí, puede que en alguna ocasión mi vena freak me pierda, pero ya se sabe errare humanum est...
Como gran parte de la humanidad sabe bajo el nombre de Ridley Scott, realmente se esconden dos gemelos siameses idénticos. Bueno, al menos yo pienso eso, porque no me creo que alguien capaz de hacer películas como Alien o ésta mismo, sea capaz en otra ocasión de evacuar La teniente O'Neil, por ejemplo. Y es que da igual como la miremos, porque Blade Runner es una de las grandes películas, como mínimo, de mi historia.
Como decíamos antes, la excusa para este post es la denominada "versión definitiva", cuarta versión que conoce la película tras el "montaje original", el "montaje original internacional" y el "montaje del director", con lo cual esta "versión definitiva" en el fondo es el "remontaje del director" o, si se prefiere el "montaje que originalmente pensaría el productor pero que los productores no le dejaron hacer teniendo que estrenarse el montaje del productor". Ha quedado claro, ¿no?, pues eso.
Sin embargo, una vez entrados en materia y comparando las versiones, pocas novedades hay realmente entre la "definitiva" y el "montaje del director" (y ya saben, la parte contratante de la primera parte...). De cualquier manera para interesados en el tema de las diferencias, nada mejor que consultar esto.
Yo a pesar de los pesares, me quedo con la "original" , porque esa voz en off, le da un marcado tono de cine negro, incluyendo un descreimiento y un cinismo habitual en este mundillo de detectives, femmes fatales y tipos duros, y, personalmente, el noir me encanta.
Como gran parte de los humanos sabrán, Blade Runner narra la historia de un tipo que se dedica a "retirar" (= matar) replicantes (= pellejudos = robots-humanoides-que-llegan-a-La-Tierra-donde-no-pueden-estar). Concretamente, Rick Deckard (que no Blaine) es uno de ellos y tiene que encargarse de cuatro de éstos, aunque en las diferentes versiones el número es más confuso que los salvoconductos que guarda el otro Rick antes citado).
Pero junto a esta trama que sirve de base e hilo conductor de la película, van surgiendo diferentes vías argumentales, a veces sólo apuntes, que permiten hacer múltiples lecturas de la película logrando que gane en interés y matices. Desde la historia de amor con una replicante (nunca Sean Young ha estado igual de bella) hasta la propia posibilidad, más o menos insinuada según la versión, de que el propio Deckard sea un replicante, pasando por el hecho de que estos androides acaben resultando más humanos que los propios humanos y, de paso, por el camino citamos a Niezstche, a Sartre o a Freud.
Porque que se puede pensar de unos seres con una fuerza y una inteligencia sobrehumana, o mejor, y en términos niezstchianos, "superhumana", que vuelven a La Tierra para conseguir vivir más tiempo, puesto que tienen una fecha de caducidad. A ello hay que sumarle que finalmente acabarán enfrentándose y "matando al padre", de manera literal. Además, estos humanoides, que ansían vivir más, ante la falta de recuerdos propios, coleccionan fotografías antiguas aferrándose a un pasado que, en el fondo, saben que nunca fue propio.
Y luego está Deckard, cubierto por la gabardina, comiendo fideos bajo la incesante lluvia y que puede que no sueñe con ovejas eléctricas, en un mundo en el que los animales son fabricados, pero sí que sueña con unicornios blancos y colecciona fotos. Una ambigüedad constante, que en alguna de las escenas suprimidas quedaba totalmente resuelta. Por suerte es un extra y no una realidad. Es mucho mejor elegir.
En cuanto a la parte final, esa cacería humana que acaba sin malvado Zaroff, resulta sobrecogedora, aunque no tanto como el famoso y maravilloso monólogo final. La genial música de Vangelis acompañada de la lluvia, subraya y sublima el momento.
Vamos, una obra maestra en cuanto a guión, música, realización, fotografía (esos maravillosos filtros azules que contribuyen a esa tristeza, a ese fatalismo que impregna la película), interpretación e, incluso, anticipación, porque probablemente es el futuro más creíble de todos cuantos hemos podido ver en la pantalla. Un film que se convertirá en obra de referencia estética y en película de culto para varias generaciones y que hoy, más de 25 años después, sigue teniendo una fuerza impresionante.
"Es una pena que ella no pueda vivir... pero ¿quién vive?".
Como gran parte de la humanidad sabe bajo el nombre de Ridley Scott, realmente se esconden dos gemelos siameses idénticos. Bueno, al menos yo pienso eso, porque no me creo que alguien capaz de hacer películas como Alien o ésta mismo, sea capaz en otra ocasión de evacuar La teniente O'Neil, por ejemplo. Y es que da igual como la miremos, porque Blade Runner es una de las grandes películas, como mínimo, de mi historia.
Como decíamos antes, la excusa para este post es la denominada "versión definitiva", cuarta versión que conoce la película tras el "montaje original", el "montaje original internacional" y el "montaje del director", con lo cual esta "versión definitiva" en el fondo es el "remontaje del director" o, si se prefiere el "montaje que originalmente pensaría el productor pero que los productores no le dejaron hacer teniendo que estrenarse el montaje del productor". Ha quedado claro, ¿no?, pues eso.
Sin embargo, una vez entrados en materia y comparando las versiones, pocas novedades hay realmente entre la "definitiva" y el "montaje del director" (y ya saben, la parte contratante de la primera parte...). De cualquier manera para interesados en el tema de las diferencias, nada mejor que consultar esto.
Yo a pesar de los pesares, me quedo con la "original" , porque esa voz en off, le da un marcado tono de cine negro, incluyendo un descreimiento y un cinismo habitual en este mundillo de detectives, femmes fatales y tipos duros, y, personalmente, el noir me encanta.
Como gran parte de los humanos sabrán, Blade Runner narra la historia de un tipo que se dedica a "retirar" (= matar) replicantes (= pellejudos = robots-humanoides-que-llegan-a-La-Tierra-donde-no-pueden-estar). Concretamente, Rick Deckard (que no Blaine) es uno de ellos y tiene que encargarse de cuatro de éstos, aunque en las diferentes versiones el número es más confuso que los salvoconductos que guarda el otro Rick antes citado).
Pero junto a esta trama que sirve de base e hilo conductor de la película, van surgiendo diferentes vías argumentales, a veces sólo apuntes, que permiten hacer múltiples lecturas de la película logrando que gane en interés y matices. Desde la historia de amor con una replicante (nunca Sean Young ha estado igual de bella) hasta la propia posibilidad, más o menos insinuada según la versión, de que el propio Deckard sea un replicante, pasando por el hecho de que estos androides acaben resultando más humanos que los propios humanos y, de paso, por el camino citamos a Niezstche, a Sartre o a Freud.
Porque que se puede pensar de unos seres con una fuerza y una inteligencia sobrehumana, o mejor, y en términos niezstchianos, "superhumana", que vuelven a La Tierra para conseguir vivir más tiempo, puesto que tienen una fecha de caducidad. A ello hay que sumarle que finalmente acabarán enfrentándose y "matando al padre", de manera literal. Además, estos humanoides, que ansían vivir más, ante la falta de recuerdos propios, coleccionan fotografías antiguas aferrándose a un pasado que, en el fondo, saben que nunca fue propio.
Y luego está Deckard, cubierto por la gabardina, comiendo fideos bajo la incesante lluvia y que puede que no sueñe con ovejas eléctricas, en un mundo en el que los animales son fabricados, pero sí que sueña con unicornios blancos y colecciona fotos. Una ambigüedad constante, que en alguna de las escenas suprimidas quedaba totalmente resuelta. Por suerte es un extra y no una realidad. Es mucho mejor elegir.
En cuanto a la parte final, esa cacería humana que acaba sin malvado Zaroff, resulta sobrecogedora, aunque no tanto como el famoso y maravilloso monólogo final. La genial música de Vangelis acompañada de la lluvia, subraya y sublima el momento.
Vamos, una obra maestra en cuanto a guión, música, realización, fotografía (esos maravillosos filtros azules que contribuyen a esa tristeza, a ese fatalismo que impregna la película), interpretación e, incluso, anticipación, porque probablemente es el futuro más creíble de todos cuantos hemos podido ver en la pantalla. Un film que se convertirá en obra de referencia estética y en película de culto para varias generaciones y que hoy, más de 25 años después, sigue teniendo una fuerza impresionante.
"Es una pena que ella no pueda vivir... pero ¿quién vive?".
4 comentarios:
De modo que tú, Hatt, eres uno de los pellejudos que me han dejado sin "mi maletín". Ya te vale, ya...
Se me quedó una cara de pasmado cuando me dijeron:"no quedan reservas disponibles"
Gracias a tu excelente comentario, tengo idea de lo que debe ser ése corte final de Blade Runner; coincido en todas tus apreciaciones, muy sabrosas e inspiradas.
Coincido también en que eliminar la voz en off es mala idea; y por descontado, en que nunca más veremos un robot tan bello como Sean Young.
¿Qué ha sido de Vangelis?
Saludos.
Limosna para un ex-leproso. Me entrego en comisaría próxima y me lacero con el látigo de la culpa sin arrepentimiento: yo también pequé, Josep, y te robé el dichoso maletín. Por desgracia para ti, no soy coleccionista de este tipo de cosas, así que, para una a la que me lanzaba... TENÍA QUE SER MÍO. En cuanto a la "refinitive version" de la película, no aporta nada nuevo a nivel temático al "Montaje del director", que ahora sabemos que fue más bien un montaje del productor. Los cambios son de nivel técnico y estético. En este último caso, diría que el colorido del film pasa del azulado habitual a una tonalidad algo más verdosa, más cercana a la de, pongamos por caso, "Matrix". En cuanto a mis preferencias, tengo pendiente revisar de nuevo la versión original, aunque ya tengo muy decidido que su final no pega ni con cola, más aún si observamos la película desde un prisma de cine negro. El documental "Dangerous days" es im-pres-cin-di-ble, si eres fan de la película. Saludos.
"Time to die", "horror, horror, horror". dos "malos" - Kurtz y Roy buscando respuestas en tonos saturados. los ojos azulísimos del último y el juego de sombras en la cabeza rapada del otro. dos "buenos" que hacen su trabajo con caras tristes y lágrimas que desaparecen en la lluvia... se acerca el año 2019, hatt, pero por lo menos se podrá fumar si hacemos caso al guión y al personaje de Sean Young...y felicidades por el comentario.
Gracias por el enlace con las diferencias entre versiones, así me fijaré mejor.
Yo también opino que la mejor es la versión de 1982, sin lugar a dudas (bueno, aún no he visto la nueva, pero casi seguro que no cambio de parecer).
Nos leemos!
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